¿Qué hay de la durabilidad? El factor del tiempo en la selección de materiales.


Ante una búsqueda global cada vez más urgente por la sustentabilidad ambiental, económica y social, la durabilidad se ha convertido en un factor que orienta el diseño en sus diferentes especialidades, logrando una importancia equitativa con los criterios de la función y la estética.


Sabemos que el diseño -como herramienta para transformar el espacio- se ha enfocado en satisfacer las necesidades funcionales y, al mismo tiempo, embellecer el espacio en el que implementa sus objetos con el fin de mejorar la calidad de vida individual y colectiva. Sin embargo, además del ya clásico binomio de la estética-función, existe un elemento que se encuentra implicado en ambas partes desde la raíz. Es decir, una vez que el proceso de diseño nos ha llevado a delimitar su forma y su función tenemos que pensar: ‘¿cuánto va a durarnos?’

 

Entramos en el territorio de la durabilidad. Foliente et al. (CSIRO Manufacturing and Infrastructure Technology, Australia) define la durabilidad como ‘‘…la capacidad de desempeñar la función para la que fue destinado [el objeto] por un periodo específico de tiempo, ya sea estructural, servicial, de comodidad o de fines estéticos.’’ (2002, p. 10). Es decir, en la arquitectura y en el diseño, son diversos elementos los que se encuentran sujetos al paso del tiempo, y por lo tanto, según las condiciones del entorno, al desgaste.  

 

Esto podemos verlo sobre todo en los materiales que componen un diseño, considerando dos de sus dimensiones en particular: la forma como hecho expresivo y el aguante físico. En lo que respecta a la primera, vemos que la selección del material siempre plantea una actitud respecto a lo que se diseña y se construye. Ese material comunica, como momento lo percibimos con nuestros sentidos, pero también como la ‘vida’ de ese objeto a lo largo del tiempo y el uso. Entonces, respecto al segundo factor, parece ser que cuando proyectamos, por ejemplo, un servicio, un espacio o un edificio, tenemos que pensar siempre en el balance entre lo que queremos decir a través de sus materiales y por cuánto tiempo consideramos que ese objeto-enunciado debe perdurar.  

 

Cuando en el pasado encontrar este balance entre durabilidad y estética dependía de lxs propios diseñadorxs y la medida en la que podían ejercer su libertad creativa, en la actualidad, como menciona José Luis Valencia (Agencia de Proyectos Estratégicos del Gobierno del Estado de Jalisco) en entrevista con Leonardo Díaz Borioli (Estudio 3.14)*, los criterios de la responsabilidad social y de la sustentabilidad se han vuelto los principales determinantes en la proyección de objetos y espacios, en especial cuando se trata del ámbito público. Es por ello que la selección de materiales que perduren, emocionen y, al mismo tiempo, que no excedan cierto presupuesto, se ha vuelto todo un reto para lxs diseñadorxs en sus distintos niveles.  

 

Viajemos un poco al pasado y al otro lado del mundo. Pensemos, por ejemplo, en el Finlandia Hall de Alvar Aalto, de 1971, un caso paradigmático como polémico por su elección del mármol para el revestimiento de todo el edificio. A tan sólo unos años de su compleción, las placas de mármol empezaron a deformarse hacia la concavidad debido a las condiciones climáticas, alcanzando para 1998 (el año de su primera renovación) hasta 10cm de separación de la superficie original. (Royer, 2004). Esta problemática dividió opiniones entre lxs arquitectxs y políticxs finlandeses. Mientras unxs defendían la idea original de Aalto (una conexión simbólica entre Finlandia y el Mediterráneo a través del mármol) otrxs recalcaban la falla en sustentabilidad económica y ambiental al depender de su constante renovación, proponiendo en cambio un recubrimiento de granito; es decir, son las condiciones climáticas versus el material. El mármol se mantuvo. En la actualidad, City of Helsinki (2020) planea la siguiente renovación que se llevará a cabo entre el 2022 y el 2024.               

 Placa cóncava de mármol en el Finlandia Hall **

Además de las condiciones climáticas recién mencionabamos, existe otro factor que afecta la durabilidad de los objetos: el uso por parte de las personas también presenta desgastes que eventualmente deberán ser reparados. Esto sucede sobre todo en espacios y mobiliario de uso público, donde su alcance no debe estar restringido, sino al contrario, donde su uso debe propiciar la permanencia en el espacio común y la relación activa entre lxs transeúntes.  

 

Un ejemplo de cómo aplicar estas consideraciones en la época actual lo encontramos en la empresa checa, mmcité. Con base en Bílovice, Chequia, y con una sede en Guadalajara, Jalisco, se han enfocado en producir mobiliario público de alta resistencia y duración, considerando los factores sociales y climáticos de manera global. Es decir, a través de la selección y el tratamiento de los materiales (desde acero inoxidable, madera, hasta el caucho), y de una aproximación modular, confieren un estilo que conserva los beneficios de un diseño atractivo en el contexto del espacio urbano con la eficiencia para la instalación y la resistencia ante su uso constante. De esta manera, se reduce la frecuencia y los costos de mantenimiento, propiciando la sustentabilidad de los proyectos de acuerdo con las necesidades de nuestro propio tiempo. 

  

Mobiliario en Proyecto Río Dolores de Estudio 3.14 

 

El diseño cambia y seguirá cambiando. Como parte integral de nuestra vida diaria, el diseño tiene que ajustarse a las nuevas necesidades que se van gestando a partir relación sinergética entre la felicidad de las personas, sus creaciones materiales y la forma en la que éstas transforman su entorno. En Estudio Tres Catorce creemos que ya no sólo se trata del ‘¿cómo se ve?’ y el ‘¿cómo funciona?’ sino también: ‘¿de qué está hecho?’, ‘¿cuánto va a durarnos?’. Combatir la obsolescencia y el decaimiento, fomentar el cuidado por lo que es de todxs, elegir materiales que equilibren la sustentabilidad ambiental, social y económica, son sólo algunos de los retos que dirigen nuestro quehacer.  

 

*En podcast En relación constante, de Estudio 3.14. 

**Imágen recuperada de Royer, G. (1999) ‘‘Some considerations on the warping of marble façades: the example of Alvar Aalto’s Finland Hall in Helsinki’’ en Construction and Building Materials, 13(8), pp. 449-457.

 

Texto: Samael Romero

 

Referencias 

 

Foliente, Leicester, Wang, Mackenzie & Cole. (2002). ‘‘Durability Design of Wood Construction’’. Forest Products Journal, 52(1), pp. 10-19. 

 

Royer, G. (2005) ‘‘Granular Decohesion Thermal-Damage in Marble Monuments’’, Novel Approaches in Civil Engineering. 14, pp. 177-185. 

 

City of Helsinki. (2020) Renovation of Finlandia Hall. https://www.hel.fi/helsinki/en/housing/plots-land-buildings/space/renovation-of-finlandia-hall  

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